domingo, 25 de mayo de 2008
Farola interrogante
martes, 20 de mayo de 2008
Conversaciones en la arena
domingo, 18 de mayo de 2008
Maderas pías
Nobles maderos, siempre obedientes a la gubia y al formón, quieren acompañar la piedad del artista, que los acaricia para obtener imágenes maravillosas y que es capaz hacer el milagro de la creación, de dar vida a la materia inerte.
Coro de la catedral de Burgos.
Al mueble viejo
Al carpintero hoy he suplantado
y estoy manipulando la madera.
Los clavos vienen, el martillo espera
y un viejo mueble llora desclavado.
(Nadie recuerda aquel árbol herido
que de su corazón sacó esta tabla,
todavía en silencio ésta nos habla
envuelta de la sierra en el silbido).
¿Lograré yo un objeto necesario
donde se acoja mi dolor diario
y ceda la tristeza cotidiana?
¿Acaso de mi cuna haré el espejo,
o quizá de este pobre mueble viejo
el ataúd fabrique de mañana?
Leopoldo de Luis
martes, 13 de mayo de 2008
Escaleras hacia el cielo
Diminutos peldaños que en paralelo ascienden acompañados por oraciones celestes, que forman arabescos, para encontrarse Dios sabe dónde.
Arco de una de las puertas de acceso al Patio de las Doncellas del Alcázar de Sevilla.
La escalera
Me conmueven las horas de la noche,el vibrante rotar de sus aletas,
el singular acento de sus párpados.
Como un niño, rescatan la inocencia
transgredida entre soledad y nieve,
la libertad del mundo de los sueños.
¿O esclavos son los sueños, la memoria
que nos dirige atrás sin pasaporte,
y nos revela a cámara encendida
la terrible verdad de la mañana?
De Jacob la escalera permanece
abierta a las ventanas de los ángeles,
que bajan al dosel de los infiernos
para entrever el mito del azogue.
Teresa Domingo Català
Tea verde
La luminosidad vespertina le presta luz a esta antorcha esmeralda que pende del muro. Ella responde con esas lenguas verdes ornadas de pétalos de color púrpura, como regalándole una leve sonrisa.
Es una antorcha al aire esta palmera,
verde llama que busca al sol desnudo
para beberle sangre; en cada nudo
de su tronco cuajó una primavera.
Sin bretes ni eslabones, altanera
y erguida, pisa el yermo seco y rudo;
para la miel del cielo es un embudo
la copa de sus venas, sin madera.
No se retuerce ni se quiebra al suelo;
no hay sombra en su follaje; es luz cuajada
que en ofrenda de amor se alarga al cielo;
La sangre de un volcán que enamorada
del padre sol se revistió de anhelo
y se ofrece, columna, a su morada.
Miguel de Unamuno
domingo, 11 de mayo de 2008
Fantasía aprisionada
viernes, 9 de mayo de 2008
Montalbos
nos advierten de cómo terminan las vanidades,
las ambiciones e ilusiones de la vida.
Cementerio de Casabermeja (Málaga).
Recojo sus primeras hojas primaverales
Entre un zócalo de granito y una columna de mármol.
Recojo sus primeras hojas primaverales,
Pero otras hojas nacerán de la feliz podredumbre
De este cuerpo que, si puede, vivirá cien mil años.
Pero otras hojas nacerán de la feliz podredumbre,
Pero otras hojas se ennegrecerán
Bajo la pluma de los que cuentan sus aventuras.
Pero otras hojas se ennegrecerán
Con una tinta más líquida que la sangre y que el agua de las fuentes :
Testamentos incumplidos, palabras que se pierden más allá de los montes.
Con una tinta más líquida que la sangre y que el agua de las fuentes,
¿ Podré yo defender mi memoria del olvido
Como una jibia que huye perdiendo la sangre, perdiendo el aliento ?
¿ Podré yo defender mi memoria del olvido ?
martes, 6 de mayo de 2008
Catarata ocular
El ojo se nubla con una cortinilla de reflejos provocados por la continua exposición al sol. Pero ahora Helios da un momento de tregua; pasa alto y regala un poco de sombra aliviadora.
El puente de tus ojos
Entro a la casa de tus ojos negros
cruzando el puente de tu cuerpo,
el puente que cuelga del cuerpo del aire
sostenido por tus cabellos negros
Y tú sostienes mi cuerpo colgante de tus ojos
con los hilos de tu mirada sólida
que no me deja caer al vacío de tus ojos negros
Y me extiendes el puente de tu cuerpo
para llegar al otro lado de tu mirada,
allí donde me esperas con los brazos abiertos de tu abismo
Yo confío en tu mirada
porque es lo único que puede darme
la belleza terrible del puente
Que nunca termina de cruzar al otro lado de ti
y me deja de este lado siempre
en la orilla de tus ojos
Que observan con amorosa frialdad
el esfuerzo inútil que hago por salir de mí,
para entrar en ti.
Para salir del puente que me deja
a medio camino de los dos,
en medio, donde no soy ni tú, ni yo
Tú y yo lo sostenemos
desde nuestra respectiva orilla
Yo sostengo tu existencia al mirarte
y tú la mía de igual manera
El abismo entre tu existencia y la mía
es lo que sostiene la existencia del puente
El día que nos encontremos a mitad del puente
nuestros ojos dejarán de sostenerse
Ya no podré mirarte desde fuera de ti
y olvidaré la belleza oscura del abismo
Observaré la caída del puente
abrazado de tus ojos negros, paracaídas en la piel
donde navegan las imágenes ahogadas.
lunes, 5 de mayo de 2008
Hombres de trono
Vimos en julio otra Semana Santa
atestada de ciertas cofradías,
que los soldados llaman compañías,
de quien el vulgo, no el inglés, se espanta.
Hubo de plumas muchedumbre tanta,
que en menos de catorce o quince días
volaron sus pigmeos y Golías,
y cayó su edificio por la planta.
Bramó el becerro, y púsoles en sarta;
tronó la tierra, oscurecióse el cielo,
amenazando una total ruina;
y al cabo, en Cádiz, con mesura harta,
ido ya el conde sin ningún recelo,
triunfando entró el gran duque de Medina.
Miguel de Cervantes
domingo, 4 de mayo de 2008
Tulipanes blancos
que te entrego
no te satisface
dáselo a los niños,
a la tierra, al viento.
Pártelo
pétalo a pétalo
-torturador-
y uno a uno
trágate la hermosura.
Y con el tallo
hagamos la guerra:
tu desnuda flor
contra mi ramo
de amapolas.
Tomado de http://colectivoharteelclubdelospoetas.blogspot.com/2007/04/el-tulipn.html
sábado, 3 de mayo de 2008
Acompáñame...
Barcos que buscan barcos
como labios, como besos.
Barcos que regresan
como infancias, como ayeres
como pinceles de nuevo color
sobre el pasado.
Barcos que zarpan y que se alejan,
que derriten en los ojos
su distancia.
Barcos que naufragan y se hunden,
que doblan sus huesos
sobre una roca.
Barcos, siempre barcos
que zarpan, que atracan,
que se van y que regresan.
Como olas, como alas.
jueves, 1 de mayo de 2008
¡Manos...abajo!
Exposición de escultura contemporánea en la casa de Lorca en Valderrubio. Esta obra presenta ocho guantes unidos a sendas flautas. Al presionar cualquiera de ellos, obtenemos sonidos distintos.
amor, hacia las mías,
¿qué me traen volando?
Por qué se detuvieron
en mi boca, de pronto,
por qué las reconozco
como si entonces, antes,
las hubiera tocado,
como si antes de ser
hubieran recorrido
mi frente, mi cintura?
Su suavidad venía
volando sobre el tiempo,
sobre el mar, sobre el humo,
sobre la primavera,
y cuando tú pusiste
tus manos en mi pecho,
reconocí esas alas
de paloma […]