miércoles, 11 de febrero de 2009
Barca remilgada
...Y el bote, como si de una damisela llena de remilgos se tratara, tiene que remangarse las enaguas y dejar a la vista sus vergüenzas, en forma de quilla, y valerse de unos pequeños bastones que le ayuden a no perder el equilibrio para no manchar sus pulcras rodillas del vulgar cieno de la laguna.
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