La casa de Antonio Conde se ve amenazada por las puntas afiladas
de los pináculos de la ermita del santo.
de los pináculos de la ermita del santo.
por los miles de rayos del sol espléndido de un die apacible de febrero.
Fieles soldados vigilantes de la fe del pueblo en Trigueros.
2 comentarios:
Tenía ganas ya de que pusieras en "La Mirilla" una foto de Trigueros!!
Ya irán viniendo más
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